En
1854 Alfred Russell Wallace realizó una expedición a Malasia e Indonesia. Era
un naturalista dedicado al estudio de la distribución de la flora y fauna.
Durante un ataque de paludismo que lo mantuvo en cama por unas semanas llegó a
la conclusión de la que la selección natural impulsaba la
evolución. Wallace, al igual que Darwin, había leído la obra de Malthus sobre
la población humana.
En
1858 le escribió a Darwin sobre su hallazgo y le pedía su opinión al respecto.
Darwin quedó asombrado por la coincidencia entre las reflexiones de Wallace y
su propio trabajo.
Alfred
Rusel Wallace es considerado codescubridor de la teoría de la selección natural
pues planteó una teoría explicativa de la evolución con importantes semejanzas
al darwinismo. Sin embargo ambos planteamientos difieren en muchos de los
aspectos más importantes. Uno de ellos es la que se refiere a la selección
sexual.
Wallace se oponía a la noción de la selección sexual por tres motivos:
1) Comprometía la generalidad de la visión sobre la selección natural, como batalla para la vida y no por copular.
2) Ponía énfasis en la volición de los animales.
3) Permitía el desarrollo de caracteres importantes que resultaban irrelevantes o perjudiciales para el funcionamiento de un organismo.
Para Darwin, la selección natural no es el único mecanismo evolutivo, mientras que para Wallace sí lo es. Darwin veía en la selección sexual un proceso subsidiario para explicar el origen de características aparentemente irrelevantes o perjudiciales en la lucha por la supervivencia desde la alimentación y la defensa, pero conjeturaba que eran mecanismos que aumentaban el éxito a la hora del apareamiento. Había dos tipos de selección sexual, a saber: la competencia entre los machos por las hembras, y la elección de las hembras.
La Teoría de Darwin-Wallace se basa en tres principios:
1° Superproducción de la naturaleza. La naturaleza es muy fecunda pues nacen muchos más animales y plantas de los que pueden llegar a sobrevivir. El ambiente no puede sostener a todos los individuos, los cual provoca que se genere una lucha por la existencia, donde muchos mueren en forma precoz.
2° Variabilidad
de la descendencia. Los individuos de una especie presentan
pequeñas variaciones que los hacen diferentes entre sí. Las variaciones
aparecen al azar y son transmitidas de los padres a sus descendientes.
3° Selección
natural. Los individuos con variaciones favorables, pueden adaptarse mejor al ambiente y tienen mayores probabilidades de sobrevivir. Al vivir
más tiempo pueden dejar un mayor número de descendientes, que heredaran sus
variaciones favorables. Por lo tanto, el medio ambiente selecciona las
variedades que son, accidentalmente, más adecuadas para la supervivencia.
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